Empieza el nuevo curso político en Argelia y en el terreno económico parece presentar un panorama prometedor gracias al incremento en los precios de los hidrocarburos que han propiciado un espectacular aumento de las exportaciones y la recuperación de la reserva de divisas según declara el gobierno.

En este contexto el análisis del gobierno es optimista y augura un futuro esperanzador, con una tasa de crecimiento en 2021 de más del 6 % (aunque inferior a la inflación que algunas fuentes sitúan en el 9,2 %), liderada por los hidrocarburos, que crecen un 12 % en volumen y un 60 % en valor. El comportamiento de las exportaciones fuera de hidrocarburos es aún más espectacular: un crecimiento respecto de 2020 del 160 %, para alcanzar la cifra récord de 5.000 MMUSD, nunca conocida desde la independencia del país.

El ejecutivo achaca a las medidas restrictivas de las importaciones (D.E. 21-94 de 09/03/2021, la Ley de Finanzas 2022 con un nuevo impuesto del 2 %, restricciones a los pagos en divisas, ausencia de crédito, bloqueo burocrático, …) la reducción del déficit comercial, que registró un excedente comercial de 1.000 MMDZD. Pero no se vinculan con la escasez de productos sobre el mercado nacional y la galopante inflación. Significativas declaraciones del ministro e comercio Sr. REZIG Kamel en diciembre, anunciando el bloqueo de 1.534 importadores que no habían cumplimentado los requisitos del D.E. 21-94. En esta línea, el pasado 20/12/2021, el presidente TEBOUNE anunciaba una revisión del “Code de Commerce” de orientación previsible.

El sector público es un fijo en las quinielas, en medio de los recurrentes rumores de apertura del sector público industrial al capital privado, a principios de diciembre el ministro de Industria, Sr. Bendif Hocine declaraba que “Argelia tiene cincuenta empresas públicas paradas”, alguna de ellas como consecuencia de las restricciones a las importaciones que afectan a sus suministros industriales.

La propiedad estatal del suelo “Foncier”, es otro asunto recurrente, el pasado diciembre el primer ministro reconocía que “14.700 parcelas atribuidas no habían sido explotadas”, la anulación de numerosas concesiones de suelo industrial y agrícola es cuestión permanente, junto con las denuncias de corrupción y numerosos abusos vinculados. En 2021 se anuncia la creación de “un nuevo ente público de promoción del suelo estatal”, que entre sus misiones tendrá las de ¡¡reducir la burocracia!!. En 2019 el ente estatal de gestión de suelo industrial ANIREF, ya había cedido sus competencias a las wilayas en la caótica gestión y promoción de nuevos polígonos industriales, fracasada política estrella de los últimos gobiernos de Bouteflika.

En el terreno agrícola la situación es similar a la del sector industrial: subida generalizada de precios y escasez de muchos productos, en particular en aceite de mesa, que se achacan a la “especulación”, al tiempo que en diciembre el ministro de agricultura Sr. HENNI Abdelhafidh anunciaba una nueva revisión de la lista de productos agrícolas importados: intervención restrictiva de efectos previsibles. Ante la escasez de producto, el incremento en los precios y el fracaso de las políticas de concesión de terrenos públicos, se preconiza la creación de un “Alto Consejo Agrícola”, para “controlar, animar, asegurar, mejorar, …..” … y ¡¡reducir la burocracia!!!!

Prácticamente suprimida desde 2015 con el derrumbe del precio de los hidrocarburos, la inversión pública ha sido el motor económico de Argelia. Prometida desde su toma de posesión por el primer ministro M. Benabderrahmane, la activación de los 402 proyectos de inversión en curso y hoy paralizados, antes de final de 2021 no se ha hecho aún realidad. Parece que la recuperación de las exportaciones de hidrocarburos y las reservas de divisas permitirían un relanzamiento de este motor decisivo de la actividad en Argelia. En este contexto se anunció la creación de un nuevo portal electrónico oficial, dedicado a los contratos públicos.

Otro fijo del debate económico es la “atracción” de la inversión extranjera. En diciembre se anunciaba un ambicioso proyecto legal de impulso de las zonas francas. Este debate lleva más de 20 años sobre la mesa, con continuos avances y retrocesos, promulgación de disposiciones legales que son después anuladas (véase el caso de la Z.F. de Bellara), que solo han contribuido a crear un ambiente de inseguridad jurídica. Destinadas a la inversión directa extranjera (IDE) con orientación a la exportación, vuelve este viejo tema impulsado por el ministerio de comercio con patronazgo directo del primer ministro.

En este escenario, el primer ministro “vendía” en Dubái (Expo-2021 Dubái en noviembre 2021) “los atractivos del mercado argelino a los inversores locales” al tiempo que anunciaba una “nueva” Ley de Inversiones, ¡¡lo más destacado por el ministro, la derogación de la norma 49/51, que data de 2020!!, norma que fue defendida durante sus 10 años de vigencia, como “garantía para los inversores extranjeros” … habrá que asumir que, en este punto también se han perdido 10 años ….

En definitiva, buenas expectativas en general, aunque la mayoría de análisis y propuestas suenan “a viejo”. Esperemos que esta vez las realidades estén a la altura de las expectativas y la recuperación de las exportaciones de hidrocarburos se aprovechen en el necesario relanzamiento de la economía argelina y no tanto en dar oxígeno a las viejas políticas fracasadas.